Tutu Ikʉ o mochila arhuaca: literatura y legado ancestral

Relato de origen

En el pensamiento Ikʉ o Arhuaco, el tejido simboliza la creación del mundo y la multiplicación de los seres de la naturaleza. En la mochila arhuaca se va marcando todo el pensamiento, y en su tejido se refleja la identidad de la persona. Por este motivo, una mochila es mucho más que un simple objeto o prenda: en ella se lleva lo sagrado, y es el lugar donde espiritualmente se guarda la sabiduría ancestral.

Fue la Sabia Ati Nawowa, la primera mujer en tejer la mochila arhuaca, quien enseñó a los cuatro pueblos de Gonawindúa o la Sierra Nevada de Santa Marta (Kogui, Wiwa, Arhuaco y Kankuamo) sus respectivas formas de elaborar mochilas. En un principio, eran los animales —como el pájaro oro péndulo, la araña y el gusano— quienes tejían para mujeres y hombres. Desde entonces, estos animales continúan siendo considerados maestros, pues aprendieron a hilar y a tejer mucho antes que la humanidad.

La Sabia Ati Nawowa también entregó los dibujos destinados a las mochilas y las leyes o lineamientos para elaborarlos. No se trata simplemente de plasmar todo lo que el ojo o la mente puedan imaginar: cada diseño tiene sus propias normas, un significado profundo y un origen espiritual.

Mochila arhuaca: símbolo y literatura visual

Por este motivo, cada mochila arhuaca representa un libro de conocimiento y un legado ancestral. Sus símbolos, patrones y diseños transmiten mensajes culturales y espirituales de una generación a otra.

En el mundo arhuaco, el tejido es una forma de comunicación que guarda historias y enseña sobre el territorio, la naturaleza y la relación con la Madre Tierra. Por eso, la mochila arhuaca puede ser vista como un texto vivo, una forma de literatura visual que trasciende lo estético y conserva la memoria de los pueblos originarios.

Cada puntada es un pensamiento, cada diseño es un mensaje, y cada mochila guarda en silencio un relato que conecta pasado, presente y futuro. Así, lo que parece un simple accesorio se convierte en un lenguaje sagrado que une a los pueblos con la creación misma.

Legado ancestral en la actualidad

La mochila arhuaca no solo es una prenda tradicional, también es un legado cultural que ha trascendido fronteras. En Colombia y en el mundo, estas mochilas se reconocen como símbolos de identidad y de resistencia cultural. Sin embargo, dentro del pueblo Arhuaco su valor va mucho más allá de lo comercial: representan un compromiso espiritual y una manera de mantener viva la enseñanza de los ancestros.

Quien porta una mochila auténtica lleva consigo una parte de la Sierra Nevada y del pensamiento arhuaco. No es un adorno cualquiera, sino un objeto sagrado que transmite respeto por la naturaleza, gratitud hacia los maestros del tejido y reverencia por la sabiduría de Ati Nawowa.

De esta manera, las mochilas siguen cumpliendo su propósito: comunicar el conocimiento, resguardar la memoria y mantener la armonía entre los pueblos y la Madre Tierra. La mochila arhuaca es, en esencia, un puente entre la tradición y la vida contemporánea, entre lo humano y lo sagrado.

Tutu Ikʉ o mochila arhuaca - legado ancestral - voces de la madre tierra

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