Las siguientes ofendas de escritura hacen parte de una serie de Haikus, o poemas Ancestrales Japoneses, que surgen de la contemplación y meditación en la montaña de estudiantes del taller Endulzar la Palabra dentro del curso Madre de las Aguas:
La laguna se oculta
hasta que de ella emerge
lo que no es reflejo.
Manuela Atehortúa
*
En el meditar de la Laguna
escucho el susurro del viento,
así como cuando
escucho el susurro de la mente.
Cuando necesitamos ver nuestro reflejo
vamos a la Laguna.
Mientras los árboles danzan
ven su reflejo en la Laguna,
así la Laguna
observa la danza del cielo.
Diana Alzate
*
Me pierdo con el ruido de los pájaros al amanecer,
para volver a encontrarme
con el susurro del viento al atardecer.
Claudia Meza
*
Libélulas azules cubren la Laguna
abro los ojos a un nuevo amanecer.
Nido de libélulas en la laguna del silencio
el silencio siente su llegada.
Se refleja todo el bosque en la laguna
es hora de despertar.
Árbol en la laguna
Bosque en tu corazón.
¿A dónde irán a parar?
El agua, la laguna, la libélula azul
tus pensamientos…
Al canasto de la alegría.
Todo el tiempo vibra el agua en la laguna
insectos de amor
tu corazón también siempre late.
Yenid Astrid García
*
La tranquilidad de tu amor,
en lo profundo de tu oscuridad.
El viento te mueve
dejando ver claros
en tus oscuros.
Hermosa madre
acoge, retoma, retoña, apacigua,
contiene y da en el silencio.
Mi mente cuando se nubla no pierde la fe,
solo desea descanso, quietud en el movimiento
suave y sutil.
Parada frente al camino
pensando si doy o no el paso,
la guía se deja fluir.
¿Qué alimentos
traen tus vientos?
Y entonces cuando se sella el pacto
los verdes son más verdes
y todo tiene sentido.
A través del agua se desvela
lo que la realidad esconde
busca ahí, en lo profundo.
Cúrame Madre,
llévate lo que no necesito.
Cúrame Madre
y hazme vivir.
El mensaje recibido por fín ví
el AMAR&YO
en la laguna y en el silencio.
Angela Cristina Riveros
*
Pájaros nadan en el cielo de la Laguna
pensamientos se ofrendan en el silencio.
Vish Bhak
*
El viento roza la Laguna
y de pronto se ilumina:
ranas que cantan.
Lo que se zambulle
rompe con la quietud del agua:
deseos de ser pájaro.
Valeria Isaza Jiménez