Soltar, sanar y amar

Cuando soltamos nos hacemos responsables de lo que hicimos y nos hicieron,
Sanamos cuando aceptamos, honramos y agradecemos que lo paso era lo mejor,
Desde esa transformación renace el amor hacia nosotros y hacia otros.

Cada persona tiene su propia historia de vida, se edifica y construye según sus herramientas y habilidades; en momentos puntuales sentimos la necesidad de enrollar nuestras telarañas para seguir un camino hacia nuevos saberes y experiencias; pues se considera que el tiempo de ese entorno o espacio ya paso, dimos y recibimos en una medida proporcional con nuestra vibración.
Muchas veces esta transición se ve empañada por circunstancias poco agradables y esas memorias son guardadas muy en lo profundo de nuestro ser, con el tiempo estos asuntos no resueltos se pueden transformar en enfermedades o en trastornos emocionales, de allí surge lo importancia de agradecer y honrar todo lo vivido con el más profundo amor.
Cuando nos aferramos a lugares, personas, experiencias, recuerdos también nos hacemos daño de forma inconsciente; en otros casos quizás no somos capaces de reconocer que estamos generando una energía toxica que nos estanca y lastima.
Somos seres de amor; por eso cuando miramos desde el amor y la gratitud nuestras experiencias podemos transformar la energía desde lo que sentimos a nivel espiritual y emocional; no desde la racionalidad, porque desde esta última no encontramos repuesta. Si queremos fluir debemos aprender a soltar y abrirnos a recibir lo que la madre tierra nos está obsequiando.
Gracias a los procesos de meditación e introspección en los espacios naturales de la montaña he podido viajar a mis memorias ocultas que me han permitido reconocer ese momento específico de rabia o dolor que se generó en un pasado cercano o lejano para soltar esa emoción desde el honrar y agradecer; y luego mirar las circunstancias vividas desde otras perspectivas, generando en mi un efecto de amor, tranquilidad y armonía.
Y desde este nuevo sentir me permito ver la vida y reconocer que esas circunstancias eran necesarias; porque de otra manera no hubiese avanzado hacia otros espacios que hoy me permiten soltar, agradecer y crecer internamente.
Es que muchas veces nos llenamos de cargas propias o de otros que al soltarlas nos permiten transitar un camino más amoroso para nosotros y para nuestros seres queridos; además nos hacemos más conscientes de edificar relaciones más armoniosas a nivel de pareja, familia y amistades que se reflejan en un entorno social y profesional.

Por Carmen Hernandez

Comparte

Share on facebook
Share on whatsapp
Share on telegram
Share on twitter

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Protegido por derechos de autor. Contáctanos si en verdad lo necesitas :)